Entrevista Cadena SER

La experiencia de nuestros alumnos (VII)

Es el turno de que Mª Paz nos cuente su experiencia.
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¿Quieres patinar? ¡Ten cuidado esto engancha! 

Seguramente tu experiencia empieza como la mía pero lo que no sabes es dónde te vas a meter… ¿Quieres saber lo que me pasó a mí? 
Mi historia comienza como todas las demás… Seguramente ibas paseando por la calle y te cruzaste con alguien patinando que pasaba a tu lado y te paraste a mirarlo, incluso te giraste para seguir mirándolo, entonces pensaste ¡uff! ¡cuánto me gustaría saber patinar así, siempre es lo que he querido hacer desde pequeña y no lo he hecho nunca, y si me animara ahora y si… uff me apetece un montón!.   

Entonces paras a la gente que patina y les preguntas o te llega un anuncio de los cursos Patinar.org y sin pensarlo más ¡te apuntas! Aquí es dónde comienza la aventura de todos los que lo hemos hecho. Lo único, te advierto, no sabes bien dónde te estás metiendo, ¡tu vida va está a punto de cambiar!
Paztinez en modo aprendizaje, sin perder la sonrisa

Comienza el curso, apareces con tus patines que casi no sabes poner y acabas haciendo una ruta con el grupo por el carril bici. ¡Increíble! ¡Sí, Increíble! Sin darte cuenta te acuestas todas las noches soñando con ponerte de nuevo los patines al día siguiente, sueñas con deslizarte, girar, patinar y patinar. 

Tu vida ha comenzado a cambiar…   
En casa con tu familia solamente tienes un “monotema”: patinar así, patinar por aquí, patinar y patinar… A tus amigos no les hablas ya de otra cosa: ¿quieres patinar? ¿Te gustaría patinar? No sabes lo que te estás perdiendo sino patinas... 
Cuando te presentan a alguien tú le preguntas ¿Sabes patinar? Entonces te das cuenta, has caído ¡eres un adicto al patinaje! Pero no os preocupéis esta adicción no tiene nada de malo sino todo lo contrario, se lleva muy bien si te juntas con más adictos a los patines. Somos muchos, estamos en distintas asociaciones, pero todos y te aseguro todos, con la misma pasión, soñando con ir a patinar aquí, allí, a trabajar en patines, al meandro, a Motorland, a Le Mans, a París a rollear…   
Paztinez en una ruta urbana con ZaragozaRoller

Serás bienvenido a las rutas que se organizan de día, de noche, por una ciudad en la que llevas viviendo 20 años pero que tan apenas conocías, porque te aseguro que en patines ¡es otra Zaragoza es diferente! Así que, que conste, te he advertido, no sabes dónde te metes… piénsalo bien antes de girar la cabeza cuando te cruces con un patinador, eso sí, te aseguro que lo vas a pasar genial.

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¡Muchas gracias Paz! ¿O debo decir PaztineZ? (La reconoceréis por nombre en el mundo del roller).

La experiencia de nuestros alumnos (VI)

Le hemos pedido a Adriana que nos cuente su experiencia con nuestros cursos. A fecha de hoy, es adicta al patinaje y participa en casi todas las actividades sobre ruedas que se organizan en la ciudad.
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Mi experiencia con el patinaje empezó hace muy poquito tiempo. En mayo, animada por una amiga (María, ¡gracias!) me apunté en un curso de iniciación con otra amiga, Marina, que ya sabía un poco. 
Yo no había patinado nunca, y la cosa no se me dio muy bien. El resto de compañeros del curso avanzaban muy rápido, vamos, que yo era la “lenta” del grupo… Eso hizo que me desanimara un poco. 
Sin embargo, a la vuelta del verano, me empeñé en que iba a conseguirlo y decidí volver a apuntarme a un curso en septiembre con Patinar.org, y ¡lo conseguí, estoy encantada de no haber tirado la toalla al primer intento! Cada uno tenemos nuestro ritmo de aprendizaje.
Adriana durante el curso

Nada más acabar el curso empecé a apuntarme a rutas (la EasyEasyRoller de los viernes, Pilares en Patines, la carrera de la mujer, el meandro de Ranillas y otras rutas improvisadas). 
Ahora mismo, me encanta ver que cuestas que hace dos meses me parecían Despeñaperros (bueno, igual exagero un poco…), las puedo bajar sin problemas. Y ¡ya me he atrevido por primera vez a salir de casa con los patines puestos! Incluso me los meto en el maletero del coche cuando me toca viajar por trabajo. ¡Esto engancha!
Adriana en una ruta improvisada en el meandro del Ebro en Zaragoza

Sobre todo quiero animar a aquéllos que pensáis que no vais a ser capaces o que ya lo habéis intentado y os parece imposible, ¡SE PUEDE! Y el resultado merece la pena, conoceréis a un grupo de gente estupenda y un montón de actividades para hacer.
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Adriana, muchas gracias por animar y no sólo a los indecisos, sino a nosotros para seguir adelante con la formación de adultos.